¿Celos, Amor o un simple Sentido de Propiedad?
Y un buen día desperté y me levanté con la mayor buena onda del mundo, dejé de lado los noticieros sensacionalistas que acostumbro ver en las mañanas, para darle paso a esa emisora radial que me levanta el ánimo en menos de un microsegundo y tiene la fabulosa capacidad de embriagarme con una sensación de libertad absoluta, me activa y hasta me entran unas ganas inmensas de tonear como demente en cualquier discoteca tipo Gotica, Aura, Bizarro u otro antro de moda. Acto seguido, me sumergí en una de esas deliciosas duchas calientes, cantando y bailando al son de la música mismo Latin American Idol en versión fotocopia barata, sin la voz, ni la coreografía, ni la vestimenta ni nada que se le asemeje. Pero ahí estaba yo y sentía que podía conquistar el mundo si me lo proponía. No imaginaba que esos efímeros momentos de felicidad completa desaparecían antes de lo esperado. Llegué a aquella reunión, regia, imponente y super fashion (bueno dejenme alimentar un poco mi ego pues). Me reuní ...