Cuando miras hacia atrás, ¿Qué sientes?.


Andaba sumergida junto con una buena amiga a la que arrastré a mis profundidades existenciales, como es de costumbre, con el endeble argumento que nunca falla: ¡¡¡Wevona, estoy en el hoyo!!! “I need to talk right now”, en una de esas tardes en donde se te antoja filosofar de todo y de nada a la vez, en donde los porqués están a la orden del día, y en donde buscas una respuesta aunque sea la más ilógica para todo, hasta para lo más intrascendente del universo.

¿Por qué el huevo fue antes que la gallina?, ¿por qué tenemos que depilarnos las mujeres y no los hombres?, ¿Por qué no existen insecticidas para las perras-robamaridos?, ¿por qué el maldito stress me saca granos y ahuyenta a mis víctimas, digo a mis pretendientes?, ¿por qué sigo soltera?, ¿por qué esa cucufata tiene novio?, ¿por qué a esa maldita se le ve regia, si tiene como 3 años más que yo?, ¿por qué esto y por qué el otro y más porqués?, que podría seguir mencionando y llenar diez mil hojas, pero creo que nunca terminaría. Claro siempre con esa cara de meditación característica, imitando a César Vallejo con su famosa pose de pensante, para crear el ambiente serio que amerita la conversación. De repente, surge por ahí la idea de un baylis en las rocas para aplacar la sed y dejar que las ideas fluyan, y seguimos con el razonamiento humano de dos chicas que se han unido para destruir a quien se les cruce por la mente.

Y así andábamos destruyendo a medio mundo, perdón quise decir intentando entender los enigmas del universo, cuando surgió la frase: “Todo tiempo pasado fue mejor” y caímos en una serie de contradicciones.

Porque definitivamente solemos recordar sólo lo bueno, es una especie de autodefensa del cerebro para sobrevivir en un mundo que de por sí ya es complicado. Y al recordar lo bueno, y obviar lo malo estamos sesgando los recuerdos verdaderos y pensamos que fueron mejores tiempos que los actuales. Para mi no fueron ni buenos ni mejores, fueron sencillamente diferentes. ¿Los disfruté?, obvio que sí, y mucho. Adoro las épocas en que la única responsabilidad de mi vida era estudiar y sacar buenas notas, luego de ello disfrutaba del mundo como quería, me sentía segura dentro de mi entorno familiar y era feliz. ¿Disfruto ahora?, pero por supuesto que sí, disfruto de cosas que antes no hacía, veo las cosas de diferente manera, soy dueña de mi vida, dueña de mis errores y de mis aciertos. Soy mucho más selectiva, sé lo que quiero y adónde quiero ir, ¡Y vaya que me tomó tiempo descubrirlo y disfrutarlo!.
Considero que son etapas completamente diferentes, Todo tiempo pasado fue bueno y todo tiempo presente será mejor. Todas las vivencias encajan a la perfección en cada una de las etapas.

¿Nos equivocamos a veces?. A veces no, ¡Siempre!. Y es que somos seres humanos, y tenemos esa exquisita habilidad para andar cagándola antes de aprender algo. (Nota mental: acabo de tener un flashback con el poema de mi infancia que tanto me costó aprender, titulado: “A cocachos aprendí”. Y es que con esa clase de ejemplo en el colegio, no me extraña que para aprender algo primero tengamos que haber tropezado tres veces y con la misma piedra, y digo tres veces en el mejor de los casos). Lo bueno de cagarla es que aprendes, por las buenas o por las malas, pero aprendes.

De hecho los recuerdos siempre serán nostálgicos, de un pasado con menos preocupaciones y mucha más inocencia; pero la vida es ahora, y de lo que hagas ahora dependerá lo que disfrutes en el futuro. No postergues cosas, no temas hacer locuras, sé auténtico y no hagas algo sólo por complacer a los demás. Empieza por complacerte a tí mismo y verás como todo tiempo presente será el mejor. Haz todo lo que anhelas, cumple tu sueños, piensa en grande como hacen los niños, si quieres cometer errores, pues hazlo y disfrútalos, no somos perfectos, y sobretodo aléjate de la gente contaminada que te dice que no puedes lograr algo. Tú puedes hacer lo que tú quieras hacer.

No permitas que tus sueños guardados se conviertan en frustraciones y luego esas frustraciones se vuelvan culpas. ¡Eres libre, que no se te olvide!



Felices antes, felices ahora y felices siempre, esa es la consigna... Difícil, pero no imposible!!!!


Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

A veces...

Transitando por los rincones de mi alocada mente...

Confesiones...