Vulnerable...
Vulnerable...
Quisiera decirte que he cambiado pero te estaría
mintiendo y me estaría mintiendo a mí también.
Soy la misma... Pero mucho más consciente de mis fortalezas.
Tengo los mismos miedos... Pero ya no les hago tanto caso.
Sigo lidiando con mis defectos... Pero ya he vencido varios.
Hay días como el de hoy, grises y melancólicos, donde todo me cuesta el doble y
donde nada parece alentador.
En días como hoy, suelo mirarme al espejo por mucho más tiempo para repetirme a
mí misma todo lo bueno que tengo y lo mucho que he logrado.
En días como hoy, donde la sonrisa me cuesta el triple y el mal genio me devora
por completo, suelo abrazarme a mí misma sin intentar cambiarme.
En días como hoy, donde quisiera desaparecer, tiendo a no exigirme nada y permitirme
algún ligero capricho.
Hay días en los que me cuesta más la vida, donde no tengo claro hacia dónde voy
ni qué es lo que quiero, hay días en que tengo que esforzarme más de lo
esperado, hay días en los que rendirme no es una opción; y hoy es uno de esos
días.
Sin embargo, cuando la tormenta pasa y mi mente se aclara, es hermoso mirar
hacia atrás y darme cuenta de todo lo que he superado. Y aquí es donde nace una
amplia sonrisa, esa que acompaña mi rostro los casi 365 días del año.
Y aquí es donde agradezco a la vida, al universo, a los ángeles que me cuidan
desde el cielo y las personas que me apoyan durante mi recorrido por esta
tierra.
¡Que la gracia te alcance y te llene de dicha!
Buena semana para todos...
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