Desvaríos de una extraña mañana

Todos, en algún momento de nuestras vidas, intentamos lograr el equilibrio en determinados aspectos. Quien no se ha hecho alguna de estas preguntas típicas en los momentos de incertidumbre: Porque estamos en este mundo?, Cuál es nuestra misión?, Cómo encuentro la felicidad?, Cómo logro estar en paz conmigo mismo?, estoy haciendo bien en tal o cual cosa?... Pero así de rápido como vienen a nuestra mente estas preguntas, también se van. Ese es el error. Si nos detuviéramos un poco a pensar en todo ello que nos aflige, sin tratar de disipar el momento de angustia con alguna salida frívola como una noche de disco o una salida a un bar, con bomba y borrada de cassette incluida, afianzando aún mas la idea de “no quiero pensar, y como no quiero pensar, bebo en cantidades industriales, para olvidar”.Y olvido, no solo el momento de angustia, sino hasta la misma noche de la salida. Porque suele pasar que llegamos al antro elegido, comenzamos a beber, y experimentamos esa sensación de euforia que te da el alcohol cuando llega a cierto grado en tu cuerpo, sientes como una felicidad momentánea te embarga, y luego caes en picada, con depresión incluida. Literalmente puedes llegar a caer. Nunca te ha pasado que al levantarte te duele alguna parte del cuerpo y no sabes el por qué. Es mas, no sabes ni como llegaste y suerte que llegaste bien. No logro entender por qué le huimos tanto a nuestra propia mente, a nuestro propio yo que clama por salir a dar respuestas. Por qué preferimos sumergirnos en esos momentos fugaces para sedar nuestra inquietud y evitar pensar. En este momento se me viene a la mente, la meditación de Descartes, “pienso, luego existo”. Pero nosotros ni pensar queremos, entonces mejor la volteamos, “existo, luego pienso”, pero luego de varios vasos de whisky, ni pienso ni existo. Cosa de locos. Será por eso que escribo, estaré evitando pensar en algo en este momento?. No lo creo, tengo resaca y eso no me deja pensar, al menos con claridad.
Pero, a que le tenemos miedo?, a nosotros mismos?, a encontrarnos con nuestro propio yo y ver que no nos gusta?, a darnos cuenta que no estamos en el camino correcto sino que andamos estancados en otro?. Gritamos a los cuatro vientos que queremos mejorar, en todos los aspectos, ya sea económico, personal, de pareja, etc., pero en verdad no hacemos nada para lograrlo. Estamos esperando a que alguien venga con su varita mágica a solucionarnos la vida. Lamentablemente, vivimos en el mundo real y eso no existe. Hasta en eso de besar sapos puedo creer, pero lo de las varitas mágicas es demasiado.
Por qué si nos hacemos tantas preguntas, y tenemos en fondo de nosotros la respuesta, no la queremos escuchar, y peor aún, huimos a ese momento. Suena ilógico, pero es verdad. Lo que me hace pensar que al final la mayoría estamos fregados.
Empecemos a buscar en el fondo de nosotros las respuestas a todas nuestras interrogantes, comencemos a hacerle frente a nuestros miedos, temores y dudas. Que es lo peor que nos puede pasar?, seguir con las mismas interrogantes. Lo mejor?, conocernos mas y encontrarnos a nosotros mismos, creo que es un paso adelante para la tan ansiada y efímera felicidad.

Comentarios

  1. De hecho que sí, ha pasado tiempo desde la primera interrogante que vino a mis 15 años... Deberia estar viviendo?, Pues, quejándome quenabdome me llegue a aburrir y luego encontré la respuesta, o bueno... La respuesta que hasta el momento es suficiente tener para vivir aquí y es ; todo es un sueño y quiero seguir soñando ; sé que despertare en algún momento y tal vez me caiga de la cama pero se que estoy preparado y me sigo preparando para ese momento, saludos (y)

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