SE BUSCA... ¿En verdad se busca?
Busco a alguien que me comprenda, y no me juzgue
Busco a alguien que en mis momentos de pánico histérico pueda sacarme una sonrisa
Busco a alguien con quien reír sin tener que fingir
Busco a alguien que descifre mis pensamientos con solo mirarme, y me entienda
Busco a alguien con quien compartir mi vida, y no que me solucione la vida
Busco a alguien que me diga bonita y no sexy
Busco a alguien que me estremezca con su mirada y me haga sentir viva
Busco a alguien que me engría, y a la vez sepa ponerme límites
Busco a alguien que me respete y no intente dominarme
Busco a alguien que me conozca, y me acepte.
En un principio pensaba que la búsqueda sería medianamente difícil, y no quiero utilizar la palabra imposible, ya que creo en el amor y en las cosas buenas que pueden hacerse en su nombre. Porque he conocido parejas hermosas y felices y hasta he sentido eso que se llama “envidia de la buena”, claro, si es que ese término en verdad existe. Pero también he visto el otro lado de la moneda, aquellas relaciones destructivas que continúan en el ruedo por la razón equivocada, y hasta me atrevería a confesar que he participado de una de ellas.
Luego de andar pensando en la búsqueda caí en cuenta de algo de lo que no me había percatado en un principio. ¿Estaba soltera? Si. ¿Quería dejar de estarlo?, pues definitivamente: No.
Me encontraba disfrutando de algo a lo que muchas mujeres le temen y que en muchos momentos me aterrorizó a mi también: mi soledad y yo (Y se me viene a la mente la song de Alejandro Sanz cual disco rayado).
En definitiva, me sentía feliz tal cual, pude terminar de arreglar mi “guarida”, compré un arsenal de velas e inciensos de vainilla, mi aroma favorito (cuidado con incendiar la casa Pat) y las voces de: “alerta estas sola” desaparecieron de mi mente (por suerte, porque a estas alturas estuviera sacando cita con el doctor por principios de esquizofrenia).
Luego pensé (porque siempre es bueno pensar de vez cuando), tengo a alguien que me dice bonita, mi niña bonita en vez de sexy. Tengo a alguien que me engríe, y mucho, y que siempre me puso límites. Tengo a alguien que me conoce, y aún así me acepta. Todas esas cosas y más las hace mi Padre, a quien adoro aunque casi nunca se lo diga. “Juntos hasta la muerte” es la frase entre mi Daddy y Yo. Así que esa búsqueda en verdad dejó de ser búsqueda y ya no me mata ni me quita el sueño. Y empecé a disfrutar de mi propia compañía, porque dicen que el amor llega cuando uno menos se lo espera, y mientras llega, disfrutaré de cada minuto mi tan espectacular soltería… mientras dure.
PD: para todas mis amigas solteras, para las que están a punto de dejar de serlo, y para las que están a punto de volver a estarlo.
Pat.
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